Para volar alto, primero hay que aprender a caer con estilo
Para volar alto, primero hay que aprender a caer con estilo
"Para volar alto, primero hay que aprender a caer con estilo." © Shoshan
EL ARTE DE CAER: CÓMO LOS ERRORES NOS AYUDAN A VOLAR ALTO
Todos hemos estado allí: esas veces en las que sentimos que la vida nos ha tirado al suelo, y estamos revolcándonos en un charco de errores, arrepentimientos y vergüenza. Ya sabes, cuando intentas armar ese mueble de IKEA y terminas con piezas sobrantes y un libro de instrucciones que parece más un jeroglífico que un manual. O cuando intentas impresionar en esa primera cita y, de alguna forma, terminas hablando sobre tu colección de figuras Funko Pop durante 20 minutos. Sí, la vida está llena de esos momentos "Oops". Pero aquí está la clave: para volar alto, primero hay que aprender a caer con estilo.
Ahora, antes de que te imagines estrellándote al suelo con un tutú y una sonrisa (aunque eso definitivamente añadiría estilo), dejemos algo en claro: caer con estilo no se trata de evitar el fracaso. De hecho, se trata de lo contrario. Es abrazar cada desliz, cada error y cada fiasco, y usarlo como un trampolín hacia algo más grande. Imagina que cada fallo es como uno de esos baches en la carretera que, aunque incómodo, te obliga a reducir la velocidad y prestar atención. Y si puedes aprender de ese bache, tal vez la próxima vez descubras una ruta más rápida y eficiente.
¿Quieres saber un secreto? Las personas más exitosas no lo son porque nunca han fallado. Lo son porque han fallado muchas, muchas veces, y en lugar de tirar la toalla, han aprendido a convertir esos fracasos en lecciones valiosas. Como dijo alguna vez un sabio personaje de dibujos animados: "El fracaso es el condimento que da sabor al éxito". Así que, la próxima vez que olvides el cumpleaños de tu pareja o te equivoques en una presentación importante, recuerda: estás sazonando tu vida para algo delicioso.
Por supuesto, eso no significa que debas buscar el fracaso. Pero si ocurre (y ocurrirá), no te rindas. No te sientas avergonzado. No corras a esconderte bajo las sábanas mientras consumes un tarro entero de helado (bueno, quizás solo un poco). En lugar de eso, pisa fuerte, sacúdete el polvo y prepárate para tu próximo vuelo. Porque cada caída es una oportunidad disfrazada, una clase magistral sobre lo que no hacer, y un paso más cerca de descubrir cómo realmente se siente volar alto.
Entonces, aquí estamos, todos nosotros, humanos imperfectos que navegan por este caótico viaje llamado vida. Habrá fallos. Habrá errores. Pero también habrá risas, lecciones y, si tienes suerte, un poco de vuelo. Así que la próxima vez que encuentres un bache en tu camino, no te preocupes. Simplemente asegúrate de caer con estilo, porque eso es lo que te preparará para tocar el cielo.
© Shoshan
Subí a la cima con tacones, lista para conquistar,
pero me tropecé, y me vi, de nuevo, a punto de empezar.
Los tacones no rompieron, pero mi orgullo sí,
entonces entendí, para volar alto, debes aprender a caer así.
Con lápiz labial borroneado, me miré al espejo,
"¿Es esto el fin?", me pregunté en un murmullo lejano.
No, mi reflejo me contestó, sonriendo con audacia,
"Cada caída es una lección, para tu próxima travesía."
Cambie mis tacones por zapatillas, no me rendiré,
cada error es una piedra en mi sendero, lo entenderé.
Con cada caída, con cada rasguño y cada magullón,
me preparo para un futuro, lleno de ovación.
A la mujer en mí le digo, no tengas miedo de caer,
en cada resbalón hay sabiduría, algo nuevo que aprender.
Mañana, con estilo, me levantaré de este suelo,
porque cada caída es un paso más cerca al cielo.
Así que a ti, mujer fuerte, en cada faceta y dimensión,
no temas el fracaso, es la escuela de la vida, tu lección.
Cada desliz te moldea, cada error te prepara,
para que un día, al fin, descubras cómo se siente volar.
© Shoshan
"Para volar alto, primero hay que aprender a caer con estilo." © Shoshan
EL ARTE DE CAER: CÓMO LOS ERRORES NOS AYUDAN A VOLAR ALTO
Todos hemos estado allí: esas veces en las que sentimos que la vida nos ha tirado al suelo, y estamos revolcándonos en un charco de errores, arrepentimientos y vergüenza. Ya sabes, cuando intentas armar ese mueble de IKEA y terminas con piezas sobrantes y un libro de instrucciones que parece más un jeroglífico que un manual. O cuando intentas impresionar en esa primera cita y, de alguna forma, terminas hablando sobre tu colección de figuras Funko Pop durante 20 minutos. Sí, la vida está llena de esos momentos "Oops". Pero aquí está la clave: para volar alto, primero hay que aprender a caer con estilo.
Ahora, antes de que te imagines estrellándote al suelo con un tutú y una sonrisa (aunque eso definitivamente añadiría estilo), dejemos algo en claro: caer con estilo no se trata de evitar el fracaso. De hecho, se trata de lo contrario. Es abrazar cada desliz, cada error y cada fiasco, y usarlo como un trampolín hacia algo más grande. Imagina que cada fallo es como uno de esos baches en la carretera que, aunque incómodo, te obliga a reducir la velocidad y prestar atención. Y si puedes aprender de ese bache, tal vez la próxima vez descubras una ruta más rápida y eficiente.
¿Quieres saber un secreto? Las personas más exitosas no lo son porque nunca han fallado. Lo son porque han fallado muchas, muchas veces, y en lugar de tirar la toalla, han aprendido a convertir esos fracasos en lecciones valiosas. Como dijo alguna vez un sabio personaje de dibujos animados: "El fracaso es el condimento que da sabor al éxito". Así que, la próxima vez que olvides el cumpleaños de tu pareja o te equivoques en una presentación importante, recuerda: estás sazonando tu vida para algo delicioso.
Por supuesto, eso no significa que debas buscar el fracaso. Pero si ocurre (y ocurrirá), no te rindas. No te sientas avergonzado. No corras a esconderte bajo las sábanas mientras consumes un tarro entero de helado (bueno, quizás solo un poco). En lugar de eso, pisa fuerte, sacúdete el polvo y prepárate para tu próximo vuelo. Porque cada caída es una oportunidad disfrazada, una clase magistral sobre lo que no hacer, y un paso más cerca de descubrir cómo realmente se siente volar alto.
Entonces, aquí estamos, todos nosotros, humanos imperfectos que navegan por este caótico viaje llamado vida. Habrá fallos. Habrá errores. Pero también habrá risas, lecciones y, si tienes suerte, un poco de vuelo. Así que la próxima vez que encuentres un bache en tu camino, no te preocupes. Simplemente asegúrate de caer con estilo, porque eso es lo que te preparará para tocar el cielo.
© Shoshan
Subí a la cima con tacones, lista para conquistar,
pero me tropecé, y me vi, de nuevo, a punto de empezar.
Los tacones no rompieron, pero mi orgullo sí,
entonces entendí, para volar alto, debes aprender a caer así.
Con lápiz labial borroneado, me miré al espejo,
"¿Es esto el fin?", me pregunté en un murmullo lejano.
No, mi reflejo me contestó, sonriendo con audacia,
"Cada caída es una lección, para tu próxima travesía."
Cambie mis tacones por zapatillas, no me rendiré,
cada error es una piedra en mi sendero, lo entenderé.
Con cada caída, con cada rasguño y cada magullón,
me preparo para un futuro, lleno de ovación.
A la mujer en mí le digo, no tengas miedo de caer,
en cada resbalón hay sabiduría, algo nuevo que aprender.
Mañana, con estilo, me levantaré de este suelo,
porque cada caída es un paso más cerca al cielo.
Así que a ti, mujer fuerte, en cada faceta y dimensión,
no temas el fracaso, es la escuela de la vida, tu lección.
Cada desliz te moldea, cada error te prepara,
para que un día, al fin, descubras cómo se siente volar.
© Shoshan
"Para volar alto, primero hay que aprender a caer con estilo." © Shoshan
