Puede que tradicionalmente se haya dicho que sea él quien lleve los pantalones, pero no olvidemos que las mujeres tienen el poder inigualable de sacudir el mundo y crear tormentas. Cada mujer es una alquimista de emociones, una creadora de destinos y una fuente inagotable de fuerza y resiliencia. Cuando una mujer decide desatar su esencia, no hay obstáculo que se resista, ni sueño que no pueda alcanzar. Mujeres del mundo, recuerden siempre su valía, brillen con su luz interior y reconozcan el poder que llevan dentro. No son solo el viento suave, sino también la tormenta que transforma. Compartan esta verdad y alienten a otras a reconocer su propio poder.
En un mundo donde dicen que él es el rey,
yo me levanto, sin temor a lo que él haga o deje.
Soy el canto suave y el rugido del mar,
la caricia del viento, y la tempestad sin parar.
Aquellos que hablan de poder y pasión,
no han sentido mi fuego, la fuerza de mi canción.
Soy la dama que en silencio traza su senda,
la que en desafíos su esencia encienda.
En cada reflejo, mi poder resplandece,
una luz interna que a todos engrandece.
Más allá de la calma, soy el huracán en danza,
la que con valentía y pasión avanza.
Así que cuando la sombra intente envolver,
recuerda que tengo la fuerza para renacer.
Porque en mi esencia, en el alma y la piel,
soy la mujer que puede con el cielo y el edén.