No te enganches a un amor que te hace más daño que bien.
No te quedes con un amor que te hiere más de lo que te cura.
El amor no es posesión, es libertad.
El amor no es sufrir, es disfrutar.
¿Vale la pena permanecer en un amor que duele?
https://www.todamujeresbella.com/24989/vale-la-pena-permanecer-en-un-amor-que-duele/
Aprendí a soltar
Aprendí, tras noches en vela,
que el amor no debe ser cadena,
sino alas en un cielo despejado,
no un laberinto cerrado y nublado.
Comprendí que aferrarme a un amor
que más dolor que alegría me dio,
era como sujetar un carbón ardiente
esperando que se convirtiera en diamante.
Amar no es retener, es dejar fluir,
no es herida que se niega a cicatrizar,
sino caricia suave en la piel,
susurro dulce al amanecer.
Me vi al espejo, con ojos cansados,
con el corazón en pedazos, maltratado,
y me dije a mí misma, con voz firme,
ya es hora de sanar, de ser libre.
No más lágrimas por un amor que hiere,
que promete el cielo y el infierno ofrece.
Aprendí que el amor verdadero
es suave, es paz, es un refugio sincero.
El amor no se ruega, se siente, se vive,
no es jaula, es un jardín que florece.
Es compartir, no poseer,
es apoyar, no retener.
Con cada paso, con cada adiós,
mi alma se fortalece, encuentra su voz.
El amor propio me guía,
en esta nueva senda que ahora elijo cada día.
Descubrí que el amor no es sufrir,
es reír, es disfrutar, es construir.
Un amor que limita, no es amor,
es sombra, es temor.
Hoy, con el corazón sanado, comprendo,
que el amor más grande debe ser el propio.
No te enganches a un amor que te lastima,
el verdadero amor, a ti misma te encamina.
Así, libre y plena, avanzo sin temor,
dejando atrás el dolor,
abrazando la libertad, el amor verdadero,
ese que empieza en mí, primero.
© Shoshan, 11 de marzo, 2024