Si alguien te pregunta sobre nuestro pasado... cuéntales que fuimos un torrente de pasión y anhelo, impulsados por el deseo de alcanzarlo todo, pero al final, nos desvanecimos en el aire, dejando solo un relato de sueños inconclusos.
© Shoshan
Llamaradas Efímeras: Recuerdos de un Amor que no pudo Ser
Hubo un tiempo en el que amar significaba arder. Cada día era una promesa de aventuras, de sueños por cumplir que se extendían ante nosotros como un vasto océano. Vivíamos en una carrera constante hacia el horizonte, buscando alcanzar aquello que siempre parecía estar justo más allá de nuestro alcance. Era una época de deseo insaciable, de anhelos que llenaban el pecho hasta hacerlo doler.
Pero, como todo lo que arde con intensidad, nuestra llama empezó a extinguirse. Lo que una vez fue un fuego desbordante se redujo a cenizas, dejando un vacío donde antes había pasión. Fue un adiós silencioso, sin grandes gestos ni palabras finales; simplemente nos desvanecimos el uno del otro, como el eco de una melodía que ya nadie recuerda.
Ahora, mirando hacia atrás, veo nuestro amor como una estrella fugaz: brillante, efímera, destinada a desaparecer. Nos dejamos llevar por un sueño que nos consumió, hasta que no quedó nada más que el recuerdo de lo que intentamos ser. Aunque duele reconocerlo, sé que algunas historias están destinadas a permanecer inacabadas, como la nuestra.
A pesar de todo, no me arrepiento. Porque, en aquel entonces, en medio del torbellino que era nuestra existencia, me sentí viva. Y aunque hoy solo queden ecos de aquellos días, los guardo como el tesoro más preciado, porque me recuerdan que, aunque efímero, nuestro amor fue real. En el silencio de lo que ya no está, aprendí a escuchar mi propia voz, a entender que el final de una historia no borra la belleza de los momentos vividos.
Así que sigo adelante, con el corazón lleno de recuerdos y la esperanza de que, quizás, en otra vida, podamos terminar lo que empezamos. Pero por ahora, me quedo con las lecciones aprendidas y la dulzura de haber amado con todo mi ser, incluso cuando ese amor no estaba destinado a durar.
© Shoshan, 22 de febrero, 2024
Poema: Ecos de un Amor Perdido
En la quietud de la noche,
donde las estrellas susurran secretos,
me encuentro hablando con tu sombra,
recordando lo que fuimos,
un sueño fugaz bajo la luna llena.
Fuimos fuego,
ardiendo con deseo,
iluminando el cielo con nuestra pasión,
pero como todo fuego,
nos consumimos hasta quedar en nada.
Ahora, solo quedan cenizas,
testimonio mudo de nuestro amor,
y en el silencio de mi habitación,
donde tu risa solía bailar,
solo resuena el eco de tu adiós.
Te busco entre las sombras,
esperando un destello de aquel amor,
pero solo encuentro el vacío,
un agujero negro donde solía estar tu corazón.
Y aquí estoy,
una sombra de lo que fui contigo,
aprendiendo a vivir con el fantasma
de un amor que fue todo,
y al mismo tiempo, nada.
Con cada latido,
mi corazón susurra tu nombre,
una oración al viento,
esperando que algún día,
en otro tiempo, en otro lugar,
nuestro amor encuentre su final feliz.
Pero hasta entonces,
vivo en el ayer,
abrazando los recuerdos,
como el último suspiro
de un amor que se desvaneció
antes de tiempo.
© Shoshan