Devolver el daño no curará tus heridas
Devolver el daño no curará tus heridas
"Devolver el daño no curará tus heridas."
© Shoshan
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Aprendiendo a Sanar Desde Dentro
En la vida, todos enfrentamos momentos difíciles, aquellos en los que sentimos que el mundo se nos viene abajo. Durante estos momentos, es fácil caer en la tentación de responder con la misma moneda, de devolver el dolor que nos han causado. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en el verdadero efecto de esta respuesta?
Cuando alguien nos lastima, es natural sentirse herido, enfadado, incluso con deseos de revancha. Sin embargo, hay una verdad importante que a menudo olvidamos: al intentar aliviar nuestro dolor causando dolor a otros, no hacemos más que prolongar ese ciclo de sufrimiento. Es como intentar curar una herida echándole sal; solo agrava el dolor y retrasa la curación.
El verdadero camino hacia la sanación no se encuentra en la venganza o en el rencor, sino en la comprensión y el perdón. Esto no significa que debamos olvidar o justificar lo que nos hicieron. Significa que elegimos no permitir que esos actos dicten cómo vivimos nuestra vida a partir de ahora.
El perdón, a veces, es más para uno mismo que para la persona que nos hirió. Es un acto de liberación personal, un paso hacia la paz interior. Al perdonar, nos liberamos de la carga del rencor y abrimos espacio en nuestro corazón para la curación y la esperanza.
Además, recordemos que cada uno de nosotros es mucho más que las heridas que hemos recibido. Somos un mosaico de experiencias, sueños y fortalezas. Al concentrarnos en construir lo positivo en nuestras vidas, en lugar de devolver el dolor, comenzamos a reconstruirnos de una manera más sana y fuerte.
También es importante buscar apoyo. Hablar con amigos, familiares o profesionales puede proporcionar una perspectiva nueva y ayudar a aliviar el dolor. Compartir nuestras experiencias y emociones es un paso vital hacia la sanación.
En última instancia, la vida es un viaje de altibajos. Aprender a manejar nuestros momentos más bajos con gracia y fortaleza es lo que nos hace crecer como individuos. Recuerda, cada acto de bondad hacia ti mismo y hacia los demás es un paso hacia un futuro más brillante y sereno.
Así que, la próxima vez que te enfrentes a la tentación de devolver el daño, haz una pausa. Pregúntate si este acto te acercará a la persona que realmente quieres ser. Elige el camino que conduzca a la curación, no solo para ti, sino también para el mundo que te rodea. Porque al final, la forma en que respondemos a nuestro dolor no solo define nuestro presente, sino también nuestro futuro.
© Shoshan, 11 de diciembre, 2023
Poema: La oportunidad de vengarme
En las sombras de mi alma, una traición se cernió,
un dolor profundo, una herida que el destino escogió.
Mi corazón, una vez lleno de amor y confianza,
ahora herido, sumido en la desesperanza.
La tentación de la venganza llama a mi puerta,
susurrando dulces promesas de aliviar mi pena incierta.
"Un golpe por otro," susurra la noche en su frío abrazo,
"Devuelve el daño, encuentra alivio en el paso."
Pero en la quietud de mi ser, una voz se alza clara,
habla de perdón, de un camino que rara vez se declara.
"En la venganza no hallarás la paz que anhelas,
solo más dolor, una espiral de tristes secuelas."
Así, con cada latido, elijo un sendero distinto,
uno de fortaleza, de un futuro no extinto.
En la mirada al horizonte, veo un nuevo amanecer,
una oportunidad de sanar, de crecer.
No devolveré el daño, no cederé al rencor,
pues en la oscuridad de la venganza, se pierde el amor.
En su lugar, ofrezco perdón, un acto de valentía,
un paso hacia la luz, hacia la armonía.
En esta traición, no nacerá más dolor,
sino una lección, un renacer interior.
Elijo la paz, el amor, no la guerra ni el rencor,
y en este acto, me redescubro, con mayor fervor.
Que esta elección sea el inicio de mi sanación,
un viaje hacia la luz, hacia mi liberación.
Porque al final, lo que cuenta no es la caída,
sino cómo en la oscuridad, encontré la salida.
© Shoshan
