"Navidad: esa época del año en la que prefiero envolverme en una manta que en compromisos familiares."
© Shoshan
La Navidad es ese recordatorio anual de que mi paciencia es el verdadero milagro navideño.
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Navidad: Entre Mantas y Compromisos
Ya está aquí otra vez: luces por todas partes, villancicos que no paran y sí, esos gorros de Papá Noel por doquier. Para un montón de gente, es el mejor momento del año. Pero, ¿y si a ti no te lo parece tanto? Que no cunda el pánico, no estás solo en esto.
La Navidad Puede Ser Un Poco... Mucho
Vamos a ser honestos: la Navidad a veces es un lío. Compras, cenas, reuniones... parece una maratón. Y si a eso le sumamos tener que estar siempre de buen humor, pues como que no. Es normal si te sientes más estresado que emocionado.
¿Y si Nos Quedamos en el Sofá?
Aquí va una idea loca: ¿y si esta Navidad la pasamos bajo una manta, viendo pelis o leyendo algo chulo? A veces, lo mejor es darle un respiro a la agenda y simplemente disfrutar de un poco de paz y tranquilidad.
Tu Espacio, Tus Reglas
La Navidad no tiene por qué ser sinónimo de no parar. Está bien querer un poco de espacio para ti. Si te apetece más una noche tranquila que una fiesta navideña, pues adelante. Lo importante es hacer lo que te haga sentir bien.
Cada Quien su Navidad
Cada quien vive la Navidad a su manera, y todas son válidas. Algunos disfrutan con todo el rollo festivo, otros prefieren algo más bajo perfil. Y está perfecto así.
Al Final del Día...
Recuerda: la Navidad se trata de estar a gusto. Si eso significa estar acurrucado en el sofá, lejos del bullicio, pues que así sea. Al final, lo que cuenta es que tú estés feliz, ya sea en medio de una fiesta o en la tranquilidad de tu sala.
© Shoshan, 4 de diciembre, 2023
Poema de pocas ganas de Navidad
La Navidad se acerca, sutil, inminente,
pero en mi alma no despierta ni un presente.
Los adornos surgen, brillantes, en cada esquina,
pero en mí no provocan ni una chispa divina.
Algunos ya decoran con ferviente emoción,
pero yo dejo pasar, sin ninguna conmoción.
Las luces, los colores, el júbilo a mi alrededor,
a mí me dejan indiferente, sin ningún calor.
"Pronto es Navidad", susurran con alegría,
pero en mi corazón solo hay una frialdad vacía.
Dejaré para lo último ese adorno, esa ilusión,
sin prisa, sin anhelo, sin falsa devoción.
Los villancicos suenan, alegres, contagiosos,
pero en mi ser resuenan como ecos misteriosos.
No es tristeza, no es rechazo, es solo quietud,
una paz interna, en soledad, en plena plenitud.
La Navidad está por llegar, sí, es verdad,
pero no despierta en mí más que serenidad.
Sin prisas, sin adornos, sin falsa celebración,
espero la Navidad, en mi tranquilo rincón.
© Shoshan