"Ser mejor que otro no te hace grande; compartir tu grandeza con otros sí." © Shoshan
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Compartir, no comparar: el secreto de la grandeza auténtica
¿Alguna vez te has detenido a pensar en qué significa realmente ser "grande"? Muchos de nosotros, especialmente en el vertiginoso mundo de las redes sociales, asociamos la grandeza con ser mejor que los demás. Buscamos la validación en los "me gusta", en los comentarios positivos y en los seguidores que acumulamos. Pero, [bold]¿alguna vez te has preguntado qué aportas tú a las vidas de los demás?[/bold]
La verdad es que ser mejor que otro no te hace grande; compartir tu grandeza con otros sí. Sí, lo has leído bien. Tu valor no se mide por lo que sabes, sino por lo que haces con lo que sabes. No se mide por cuánto tienes, sino por cuánto das. Y no se mide por cuán alto llegas, sino por cuántas personas ayudas a subir contigo.
Puede que seas excepcional en tu trabajo, un genio en tu campo o incluso un prodigio. Pero si todo eso no se traduce en algo que beneficie a los demás, ¿de qué sirve? La verdadera grandeza no es un trofeo que puedes colgar en tu pared o un título que puedes añadir a tu nombre. Es un legado. Es la huella que dejas en las vidas de los que te rodean.
¿Te imaginas un mundo donde cada uno de nosotros, con nuestros talentos únicos, pusiéramos nuestras habilidades al servicio de los demás? No sólo seríamos más felices individualmente, sino que colectivamente crearíamos una ola de positividad y apoyo. Un entorno donde la verdadera grandeza brilla no en el yo, sino en el nosotros.
Entonces, la próxima vez que te encuentres buscando la validación en la comparación con los demás, detente. Piensa en cómo puedes compartir tu grandeza, tu esencia, con el mundo. No para ser mejor que otros, sino para hacer mejor la vida de otros. Y en ese momento, te aseguro, conocerás lo que es verdaderamente ser grande.
© Shoshan, 19 de octubre, 2023
En el horizonte de la vida,
un sueño nace en mí.
No quiero ser la estrella solitaria
que brilla solo para sí.
Aspiro a ser el faro en la oscuridad,
que guía barcos perdidos en el mar.
Que mi luz no solo brille,
sino que otros puedan navegar.
No busco ser el árbol más alto,
solo en la cumbre, sin más.
Quiero ser el bosque que cobija,
donde todos encuentran paz.
Que mi risa sea la melodía
que en otros rostros dibuje alegría.
Y que mis logros, como puentes,
a otros les faciliten la travesía.
Que no me consuma el deseo
de ser mejor solo en mi papel.
Que mi grandeza se mida
en lo que aporto al carrusel.
Que el eco de mi vida resuene,
no en aplausos, ni en laurel.
Sino en los corazones tocados
por la grandeza que con ellos quise ser.
© Shoshan
Esta reflexión va dedicada a aquellos que entienden que la verdadera grandeza radica en elevar a los demás. A los maestros que inspiran, a los líderes que sirven, y a las almas generosas que comparten su luz. Que esta frase sea un recordatorio para todos nosotros de lo que realmente importa:
"Ser mejor que otro no te hace grande; compartir tu grandeza con otros sí."
© Shoshan