"Cuando la inseguridad intenta persuadirte de que no eres suficiente, deja que tu fe resuene con fuerza: ¡Con Dios, todo es posible! Su amor es el escudo contra cualquier duda o incertidumbre." © Shoshan
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Todos hemos experimentado esos momentos de duda y de inseguridad, esos instantes en los que pensamos que no somos suficientes, que nuestras metas son demasiado grandes y nuestros sueños, demasiado altos. Pero en esos momentos de sombra, recordemos permitir que nuestra fe resuene con fuerza: ¡Con Dios, todo es posible! Que esa afirmación se convierta en nuestro mantra, nuestra fortaleza, y recordatorio de que el amor de Dios es el escudo que nos protege contra cualquier duda o incertidumbre. Así, en cada paso que damos y en cada desafío que enfrentamos, recordamos que con fe y con Dios a nuestro lado, siempre hay esperanza, siempre hay posibilidad.
En la encrucijada de mis temores,
donde las inseguridades se alimentan,
prometo no perderme en los miedos,
ni permitir que mi fe sea pequeña.
Buscaré en cada amanecer la luz,
que en la noche mis dudas apagaron,
y en cada latido, en cada susurro,
me recordaré que en Dios, todo es ganado.
Que no hay temor que pueda encadenarme,
ni inseguridad que mi fe pueda desvanecer,
pues en cada paso, en cada respirar,
con Dios sé que todo puedo vencer.
En Él, los sueños son posibles,
los miedos se vuelven insignificantes,
los pasos inciertos se tornan firmes,
y el mañana, eternamente radiante.
© Shoshan
Esta frase está destinada a quienes se encuentran en momentos de duda e inseguridad, a quienes necesitan un recordatorio de que, con fe y la presencia de Dios, pueden superar cualquier obstáculo y lograr lo que parece imposible: "Cuando la inseguridad intenta persuadirte de que no eres suficiente, deja que tu fe resuene con fuerza: ¡Con Dios, todo es posible! Su amor es el escudo contra cualquier duda o incertidumbre." © Shoshan