"Cuando dejas que alguien más decida tu valor, te conviertes en prisionero de su opinión." © Shoshan
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Cada vez que dejas que alguien más decida tu valor, te conviertes en prisionero de su opinión. Es como construir una jaula de palabras ajenas y entrar en ella, permitiendo que la voz de otros se convierta en el guardián de tu libertad. Pero recuerda siempre, tu auténtico valor resplandece desde tu interior, un sol único y brillante que solo tú puedes apreciar en toda su magnitud. Eres una melodía completa, y no puedes permitir que alguien más cambie tu ritmo. Así que rompe esa jaula, deshazte de esas cadenas invisibles y recuerda que eres el único juez de tu propio valor.
Ya no daré más peso a las palabras ajenas,
ni a los juicios ligeros que al viento lanzan.
Seré como la roca que el mar en vano envenena,
inmune a las olas que en su superficie danzan.
Mi espejo no reflejará voces extrañas,
solo las formas que mi alma alberga.
Seré el autor de mis propias hazañas,
no un actor en la obra que otro rige.
Los pensamientos ajenos serán como el viento,
pasajeros y efímeros, sin dejar huella.
Mi valor no depende de un externo complemento,
es un faro interno, mi propia estrella.
Así, sin el peso de las opiniones sin dueño,
libre y ligero, avanzaré en mi camino,
con la certeza de que mi valor es el único reino
donde los juicios de otros no tienen destino.
© Shoshan
Frase en la imagen: "Cuando dejas que alguien más decida tu valor, te conviertes en prisionero de su opinión." © Shoshan