"Cuando el camino se desvanece, que tu fe en Dios sea la luz que te guíe hacia la tierra prometida, aunque no la veas."
Confiando en el Camino Invisible
Queridos hermanos y hermanas,
Hoy quiero hablarles de la fe, esa chispa divina que reside en cada uno de nosotros. La fe es más que creer sin ver; es confiar en el camino que Dios ha trazado para nosotros, aunque a veces ese camino parezca desvanecerse ante nuestros ojos.
En momentos de incertidumbre, cuando el miedo y la duda nublan nuestra visión, recordemos las palabras de Jesús en Mateo 21:22: “Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.” Este versículo no solo nos invita a orar, sino a creer firmemente en el poder de nuestras oraciones.
Asimismo, cuando nos sentimos perdidos, cuando la dirección correcta no está clara, es esencial recordar Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas." Dios nos pide que depositemos nuestra confianza completamente en Él, no en nuestra limitada comprensión.
Y en esos días en que sentimos que nuestras fuerzas flaquean, que el cansancio nos pesa, recordemos Isaías 40:31: "Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." Esta promesa divina nos asegura que no estamos solos en nuestra jornada; nuestro creador nos sostiene y fortalece.
Por lo tanto, amigos míos, cuando el camino se desvanezca, permitan que su fe en Dios sea esa luz que no solo ilumine su paso, sino que también disipe toda sombra de duda. Caminen con la seguridad de que están siguiendo la ruta que los lleva hacia una tierra prometida, aunque por ahora no la vean.
Que la paz de Dios, que excede todo entendimiento, guarde sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.
Amén.
CPMM.