Las críticas ajenas no son mi carga; son el reflejo de su falta de comprensión.
Amarte a ti misma es el primer paso para ser feliz ✨
No necesitas a nadie para ser completa.
Eres hermosa, inteligente y fuerte.
No tienes que cambiar nada para ser aceptada.
Eres única y especial, no lo olvides.
Eres valiosa eres mujer.
Reflexión para el Día de la Mujer
En un mundo lleno de voces y opiniones, es fácil sentirse abrumada por el ruido externo. Escuchamos comentarios, críticas y juicios que, aunque no nos pertenecen, a menudo intentamos cargar sobre nuestros hombros. Sin embargo, es crucial recordar que las críticas ajenas no son más que el eco de su propia incomprensión y limitaciones. No son nuestra carga que llevar; son simplemente reflejos de sus propias luchas y perspectivas.
El camino hacia la felicidad y la plenitud comienza, sorprendentemente, con un acto simple pero poderoso: amarnos a nosotros mismos. Este amor propio no es un destino final, sino un viaje constante de aceptación, crecimiento y compasión hacia uno mismo. Es el primer paso en un viaje hacia una vida llena de alegría, paz y satisfacción.
En este proceso de autodescubrimiento, es esencial recordar que no necesitamos a nadie más para sentirnos completas. Somos seres completos y complejos por nuestra cuenta. Nuestra belleza, inteligencia y fortaleza son cualidades innatas que nos definen y nos empoderan. No hay nada en nosotros que necesite ser cambiado o modificado para encajar en las expectativas o normas de otros. Somos perfectas en nuestra imperfección.
Cada una de nosotras es única y especial. Esta singularidad no es algo que debamos esconder o de lo que avergonzarnos, sino que es algo que debemos celebrar. Nuestra individualidad es lo que nos hace destacar, lo que nos hace ser quiénes somos. Y en esta autenticidad, encontramos nuestra verdadera fuerza.
Ser mujer es ser valiosa. Nuestro valor no proviene de lo que hacemos, cómo lucimos o qué logramos, sino simplemente de ser quienes somos. En este reconocimiento de nuestro propio valor y en la celebración de nuestra femineidad, encontramos el poder para enfrentar cualquier desafío, para levantarnos contra cualquier crítica y para vivir nuestra vida en nuestros propios términos.
Así que, en medio del ruido y las distracciones, recordemos siempre quiénes somos y el poder que reside dentro de cada una de nosotras. Fortalezcámonos en la certeza de nuestro propio valor, brillemos con la luz de nuestro amor propio y caminemos por la vida con la cabeza alta, sabiendo que somos inquebrantables, únicas y profundamente valiosas. Eres mujer, eres poderosa.
© Shoshan, 5 de marzo, 2024