A mi madre en el cielo: cada día brillo con la luz de tu amor. Tu recuerdo es mi fuerza, tu cariño mi guía. Siempre en mi corazón. #MadreEterna #AmorDeMadre #madrehija
Mamá, ojalá estuvieses aquí.
Aunque ya no estás conmigo, siempre estarás en mi corazón.
© Shoshan
Carta a una Madre en el Cielo
Querida mamá,
En este momento de quietud, me siento a escribirte unas palabras desde lo más profundo de mi corazón. Aunque ya no estás físicamente conmigo, te siento cerca cada día, en cada suspiro y en los suaves susurros del viento.
Mamá, te extraño. Extraño tu risa, tus consejos y la calidez de tu abrazo. Sin embargo, en medio de la nostalgia, encuentro consuelo en los recuerdos que compartimos, en las enseñanzas que me dejaste y en el amor incondicional que siempre sentí de ti.
Quiero que sepas que estoy bien, que cada lección que me enseñaste se ha convertido en un faro en mi vida. Tu fuerza me inspira a seguir adelante, tu amor me guía en los momentos de duda. En cada paso que doy, siento que tú estás ahí, alentándome a ser la mejor versión de mí mismo.
Aunque no puedo verte, hablo contigo en mis pensamientos y te siento escuchando. En las noches estrelladas, miro al cielo y encuentro tu sonrisa en la luna, tu guiño en las estrellas. Eres mi ángel guardián, mi luz perpetua que nunca se apaga.
Mamá, gracias por todo. Gracias por los momentos de felicidad, por el consuelo en los tiempos difíciles, por tu amor eterno. Aunque la vida nos haya separado físicamente, el lazo que nos une nunca se romperá.
Hasta que nos volvamos a encontrar, te llevo conmigo, no solo en mi corazón, sino en cada acto de bondad, en cada palabra de amor, en cada sueño que persigo. Continúas viviendo a través de mí y de todo lo bello que dejaste en este mundo.
© Shoshan, 21 de diciembre, 2023
Poema: Ecos Eternos de un Amor Maternal
En el jardín de mis recuerdos floreces,
madre mía, en silencio, sin queja alguna.
Eres la brisa que acaricia mi rostro,
el dulce aroma que persiste tras la lluvia.
Tus enseñanzas son estrellas en mi noche,
iluminando senderos, borrando penumbras.
Aunque ya no estés aquí en cuerpo y alma,
tu espíritu danza en cada rincón de mi mundo.
Habitas en la risa de la luna,
en el susurro de las olas del mar,
en cada grano de esperanza que siembro,
y en los sueños que me atrevo a soñar.
Madre, tu amor es un río eterno,
que fluye en mí, sin principio ni final.
Eres el abrazo que no veo, pero siento,
la voz que se apaga, pero nunca dejará de hablar.
Con cada lágrima que derramo,
una flor de tu legado brota.
Eres la eternidad en mi alma,
el amor que ni la muerte derrota.
Así, en cada amanecer, te pienso,
en cada atardecer, te siento.
Eres la melodía en mi suspiro,
la poesía eterna de mi sentimiento.
© Shoshan
Frases para una persona que ya no está, que falleció, mi madre.