Odiar para Amar: La Sorprendente Verdad de un Amor Real

“Las relaciones de amor no son perfectas...
pero nos seguimos queriendo pese a todo.”
© Shoshan

En un mundo donde las historias perfectas inundan nuestras pantallas, aquí hay algo real para ti. Descubre la sorprendente verdad detrás del amor auténtico: no es siempre brillante, pero es verdadero. #AmorReal #Relaciones #AmorImperfecto Dale un vistazo y enamórate de la autenticidad.
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Reflexión: Entre "Te Odio" y "Te Amo": La Comedia del Amor Cotidiano

Dicen que del odio al amor hay un solo paso. Pero, ¿y si en realidad es una danza, con sus propios pasos mal dados y pisotones que terminan en risas? En las pequeñas batallas de la convivencia, encontramos un terreno fértil para ese amor realista que no necesita filtros de Instagram para validar su existencia. Es el amor que se ríe a carcajadas cuando encontramos el queso fuera de la nevera o el papel higiénico colocado al revés.

Ese amor cotidiano no sabe de poemas con rimas perfectas; su poesía se escribe en notas adhesivas que dicen “Compramos leche” y en mensajes de texto que terminan con un emoji sonriente después de un "¿Otra vez dejaste las luces encendidas?". Es el amor que encuentra su dulzura en la sal de la vida diaria, que ve una declaración de afecto en un par de calcetines emparejados y una promesa de eternidad en un "te perdono" después de una pequeña travesura.

Este amor no teme decir "te odio" cuando el despertador suena y la otra mitad de la cama se ha robado todas las mantas. Porque en cada uno de esos "te odio" hay un abrazo escondido, una caricia que no se da por vencida, y una risita cómplice que espera el momento oportuno para surgir.

Amamos en el caos de la rutina, en los platos que se acumulan y en las facturas que decoran el refrigerador con su magnetismo inoportuno. Pero es ahí, justo en medio del caos, donde el amor se pone su capa de superhéroe y nos rescata, recordándonos que estos momentos serán las anécdotas que contaremos una y otra vez, con una sonrisa y la certeza de que, en el fondo, todo esto es la esencia de nuestra historia conjunta.

Y así, cuando nos tropezamos con esos zapatos dejados en medio del pasillo por enésima vez, no podemos evitar sonreír. Porque esos zapatos, y la persona que los deja ahí, son el recordatorio diario de que nuestro corazón ha encontrado su contraparte en este loco viaje que es la vida.

Así que sí, entre el "te odio" por no bajar la tapa del inodoro y el "te amo" por el café preparado en las mañanas, hay todo un mundo de pequeñas imperfecciones que, al final del día, no haríamos sin ellas. Porque eso es amor: el arte de encontrar el equilibrio perfecto entre la locura de la vida y la paz del corazón, todo mientras nos reímos en el camino.

© Shoshan

Carta de lo Cotidiano: Amor en Nuestras Imperfecciones

Mi amor,

Aquí estoy, sentado/a frente a una hoja en blanco, pensando en todas esas pequeñas cosas que nos pasan día a día. Me río solo/a al recordar cómo te pones cuando te dejo la tapa del inodoro arriba o cuando me encuentro con tus zapatos en el medio del pasillo por milésima vez. Son esas pequeñeces las que me hacen darme cuenta de lo mucho que te he llegado a querer.

No es ningún secreto que no somos perfectos. Entre nosotros, el amor ha resultado ser más práctico que poético, más cotidiano que de cuento de hadas. Pero, ¿sabes qué? No cambiaría ni un solo berrinche por el más tranquilo de los romances. Porque en esos "te odio" dichos en el calor del momento, siempre hay un "te amo" esperando detrás, listo para salir en cuanto el humo se disipe.

Me encanta que podamos ser auténticos el uno con el otro, que no tengamos que fingir que nuestra relación es algo sacado de una novela romántica. Nuestro amor es real, está vivo en las discusiones sobre quién debe lavar los platos o en los mensajes que te dejo diciendo que vuelvo tarde del trabajo. Y aun así, al final del día, estamos juntos, compartiendo una manta, viendo nuestra serie favorita, como si nada más importara.

En este tiempo he aprendido que el amor se trata de todas esas pequeñas imperfecciones que, en conjunto, crean algo hermosamente imperfecto. Se trata de querernos incluso cuando uno de los dos está insoportable, de cuidarnos mutuamente y de reírnos de nosotros mismos.

Así que, mi amor, gracias. Gracias por cada "te odio" que significa "me importas demasiado". Gracias por cada risa que viene después de un malentendido. Gracias por ser quien eres y por permitirme ser quien soy. No hay nadie más con quien prefiera tropezar en este desordenado baile de la vida.

Con amor,

© Shoshan