"Aquellos que hemos perdido jamás nos dejan del todo; viven en cada melodía, en cada lágrima, y en cada sonrisa." © Shoshan
Los que se han ido viven en cada nota musical, en cada lágrima y en cada sonrisa. Este es nuestro homenaje al amor eterno. #Luto #Recuerdos #diadelosmuertos #diadetodoslossantos
Imágenes recordando a nuestros muertos en:
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La Melodía de los Ausentes: Cómo Nuestros Seres Queridos Permanecen en Nuestro Corazón
La vida nos lleva por caminos llenos de encuentros y despedidas. No todos tienen la suerte de decir adiós como quisieran. La pérdida es, quizás, el sentimiento más universal que enfrentamos como seres humanos. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en cómo aquellos que hemos perdido siguen formando parte de nuestra existencia?
Esas personas especiales que ya no están, viven en cada melodía que nos llega al alma, en cada lágrima que cae de nuestros ojos y en cada sonrisa que se dibuja en nuestro rostro. Sí, están ahí, en esos pequeños detalles que nos hacen recordar, que nos hacen sentir, que nos hacen ser quienes somos.
Una melodía puede traer de vuelta un millón de recuerdos: el olor de la comida de la abuela, la voz suave de un padre cantando una nana, la risa contagiosa de un amigo. Una simple canción puede ser el hilo invisible que nos une con aquellos que ya no podemos ver ni tocar.
Por supuesto, la tristeza puede embargar nuestro ser, pero es crucial entender que cada lágrima derramada es un río que nos conecta con nuestras raíces, con nuestra esencia. Y cuando sonreímos, incluso en medio de la pérdida y el dolor, estamos celebrando la vida que una vez compartimos con aquellos seres especiales.
Entonces, la próxima vez que escuches esa melodía, derrames esa lágrima o sonrías esa sonrisa, recuerda: aquellos que hemos perdido jamás nos dejan del todo. Forman parte del gran mosaico de nuestra vida y nos enseñan que el amor verdadero supera incluso la barrera de la muerte.
© Shoshan, 01/11/2023
Poema: "La última nota"
Espero en el silencio de la noche,
escucho una melodía en el viento.
Cada nota me habla, me toca,
y me transporta a tiempos pasados.
Lloro y cada lágrima es un eco,
un susurro de tus risas, tus palabras.
Se deslizan lentamente por mi piel,
y caen, como tú, en el olvido de la tierra.
Sonrío y en ese instante te siento,
como si nunca te hubieras ido.
En mi alegría, te encuentro,
y en mi corazón, siempre te abrigo.
© Shoshan