Por mal que estemos, no perdamos la fe. Todos los días pueden sorprendernos:
http://bit.ly/DiosSorprende
Querido Dios:
Aunque últimamente no me va bien, no me quiero desesperar:
dame fuerzas, concédeme sabiduría,
ayúdame a salir adelante.
Te necesito mi Dios...
Ayúdame.
Bendice mi vida.
Amén.
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Cuando las cosas van mal,
por mucha dificultad que afrontemos,
por oscuro que esté la vida,
por duro que sea el momento,
no perdamos la fe en Dios,
busquemos su presencia,
su consejo y su amor.
Dios quiere lo mejor para nosotros,
él quiere ayudarnos.
No dejemos de pedir a Dios,
y de buscar su voluntad para nuestras vidas.
Dios es bueno, y su voluntad también.