No necesitas a nadie para que te diga quién o qué eres. ¡Eres lo que eres!
No dejes que las palabras hirientes hagan de ti una mujer amargada, sigue tu camino derrochando amor, derramando rosas donde hay espinas, regalando las sonrisas que tanta falta le hacen a este mundo. Cuando haces todas esas simples cosas, te estás dando el valor que te mereces.
¿Qué clase de mujer quieres ser, y qué clase de mujer sientes que eres en estos momentos?