Encuesta sobre el motivo de dar
Encuesta sobre el motivo de dar
¿Te sientes utilizada? Pensamientos para ti que te sientes utilizada: http://www.todamujeresbella.com/18403/utilizada/
Piensa en la última cosa que has dado y entregado…
¿Por qué lo diste?
1- Tenía esperanza de recibir algo a cambio.
2- Lo di para quedar bien.
3- Siento alegría en dar, eso es todo.
Muchas personas se sienten utilizadas por los demás, ya sea en el ámbito sentimental, laboral, familiar o social. Se sienten que dan mucho y reciben poco, que no son valoradas ni respetadas, que son tratadas como objetos o medios para fines ajenos. ¿Cómo evitar sentirse así? ¿Cómo recuperar el control de nuestra vida y nuestra autoestima?
Una forma de empezar es reflexionar sobre la última cosa que hemos dado y entregado a alguien. ¿Por qué lo hicimos? ¿Qué esperábamos a cambio? ¿Qué sentimos al hacerlo? Hay tres posibles respuestas:
1- Tenía esperanza de recibir algo a cambio. Esta respuesta indica que damos con una intención egoísta, con un interés oculto, con una condición implícita. No damos por amor, sino por conveniencia. No damos por generosidad, sino por necesidad. No damos por placer, sino por obligación. Así, nos frustramos cuando no obtenemos lo que queremos, y nos sentimos utilizados cuando nos dan menos de lo que creemos merecer.
2- Lo di para quedar bien. Esta respuesta indica que damos con una intención social, con un deseo de agradar, con una presión externa. No damos por convicción, sino por apariencia. No damos por satisfacción, sino por complacencia. No damos por libertad, sino por dependencia. Así, nos decepcionamos cuando no nos valoran, y nos sentimos utilizados cuando nos ignoran o rechazan.
3- Siento alegría en dar, eso es todo. Esta respuesta indica que damos con una intención altruista, con un sentimiento de bondad, con una actitud positiva. Damos por amor, sin esperar nada a cambio. Damos por generosidad, sin pedir nada a cambio. Damos por placer, sin exigir nada a cambio. Así, nos alegramos cuando vemos la felicidad de los demás, y no nos sentimos utilizados cuando no nos devuelven el favor.
Como podemos ver, la forma en que damos influye en la forma en que nos sentimos. Si queremos evitar sentirnos utilizados, debemos dar desde el corazón, sin segundas intenciones ni falsas expectativas. Debemos dar porque queremos, no porque debemos. Debemos dar porque nos hace bien, no porque nos hace falta.
© Shoshan
Shoshan
Piensa en la última cosa que has dado y entregado…
¿Por qué lo diste?
1- Tenía esperanza de recibir algo a cambio.
2- Lo di para quedar bien.
3- Siento alegría en dar, eso es todo.
Muchas personas se sienten utilizadas por los demás, ya sea en el ámbito sentimental, laboral, familiar o social. Se sienten que dan mucho y reciben poco, que no son valoradas ni respetadas, que son tratadas como objetos o medios para fines ajenos. ¿Cómo evitar sentirse así? ¿Cómo recuperar el control de nuestra vida y nuestra autoestima?
Una forma de empezar es reflexionar sobre la última cosa que hemos dado y entregado a alguien. ¿Por qué lo hicimos? ¿Qué esperábamos a cambio? ¿Qué sentimos al hacerlo? Hay tres posibles respuestas:
1- Tenía esperanza de recibir algo a cambio. Esta respuesta indica que damos con una intención egoísta, con un interés oculto, con una condición implícita. No damos por amor, sino por conveniencia. No damos por generosidad, sino por necesidad. No damos por placer, sino por obligación. Así, nos frustramos cuando no obtenemos lo que queremos, y nos sentimos utilizados cuando nos dan menos de lo que creemos merecer.
2- Lo di para quedar bien. Esta respuesta indica que damos con una intención social, con un deseo de agradar, con una presión externa. No damos por convicción, sino por apariencia. No damos por satisfacción, sino por complacencia. No damos por libertad, sino por dependencia. Así, nos decepcionamos cuando no nos valoran, y nos sentimos utilizados cuando nos ignoran o rechazan.
3- Siento alegría en dar, eso es todo. Esta respuesta indica que damos con una intención altruista, con un sentimiento de bondad, con una actitud positiva. Damos por amor, sin esperar nada a cambio. Damos por generosidad, sin pedir nada a cambio. Damos por placer, sin exigir nada a cambio. Así, nos alegramos cuando vemos la felicidad de los demás, y no nos sentimos utilizados cuando no nos devuelven el favor.
Como podemos ver, la forma en que damos influye en la forma en que nos sentimos. Si queremos evitar sentirnos utilizados, debemos dar desde el corazón, sin segundas intenciones ni falsas expectativas. Debemos dar porque queremos, no porque debemos. Debemos dar porque nos hace bien, no porque nos hace falta.
© Shoshan
Shoshan
